Tus valores interiores
!son tan humildes¡.
Caudal templado y
bullicioso. De sentimientos:
puros, bellos, asombrosamente
pueriles y contemplativos.
En esta remilgada
sociedad de: Prisas,
avaricias económicas,
y no sensoriales.
Como las inmensamente
sensibles y dignamente
humanas y sinceras
cualidades, que desinteresadamente
expandes, sin reservas
ni miedo a la realidad
vivencia, despreocupada.
Que infravalora
la sencillez, honestidad,
amor desinteresado,
la lírica rural
onírica; enriquecedora
del humanismo.
lunes, 6 de julio de 2009
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