El eco fingido
resuena en ocasiones,
sordo ante los errores
del pasado, reiterados
en el inconsciente
presente, reafirmando
alineados por un
futuro de simulada
perfección, nunca más,
dos o tres, nunca jamás.
El eco errático
se repetirá impasible
sin más conclusión
que evitarlo, estando
frescos como el amanecer,
errando por desconocimiento,
siendo un nuevo
eco errático y
fugazmente repetitivo,
sobreponiéndote y analizándolo
pasando a los recuerdos
duramente de aprendizaje.
Quedándose indefinidamente,
si en vez del optimismo
analítico, optamos por el
pesimismo inseguro,
pasivo y compasivo,
acomodándose a él,
sin prosperar, hundiéndote
en la cómoda apatía,
afirmándonos, somos así,
sumiéndonos en la
monotonía de lo conocido,
y repetido tantas veces
que no puedan resonar
en nuestras mutilantes
vidas, los ecos erráticos.
lunes, 22 de junio de 2009
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