miércoles, 24 de diciembre de 2008

VIDA Y MUERTE



TU CUERPO AUSENTE
TU RECUERDO PRESENTE

El día de tu muerte
enfermó mi mente,
rota la sensibilidad:
me sentí náufrago
rodeado de islas
con miedo a mirarme,
hablarme; sintiéndose
impotentes sin
saber acercarse.

Hice como el caracol,
introduciéndome en la coraza,
cerrando la puerta
a quien la aporreaba.

Al ausentarse tu cuerpo,
quedaste impresa
en mi memoria, mermando
mi capacidad de amar,
pensar, actuar... .

No lloro por tu muerte,
siendo nuestro destino,
canto a la desolación
del que subsiste
sin ti.

Fuiste: sol
candoroso,
ninfa inspiradora,
viento propulsor
de mi navaegar,
flama calentadora
de las velas mías.

Al ensombrecerte
tras la noche eterna,
ell frío me heló
los sentidos,
curtiéndome el ser.

La soledad, el desamor,
convirtiéronse en sombra
viajera de mi navegar,
embraveciendo el océano,
dificultándome la conquista
de lo desconodido.

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