miércoles, 24 de diciembre de 2008

VIDA Y MUERTE



TU CUERPO AUSENTE
TU RECUERDO PRESENTE

El día de tu muerte
enfermó mi mente,
rota la sensibilidad:
me sentí náufrago
rodeado de islas
con miedo a mirarme,
hablarme; sintiéndose
impotentes sin
saber acercarse.

Hice como el caracol,
introduciéndome en la coraza,
cerrando la puerta
a quien la aporreaba.

Al ausentarse tu cuerpo,
quedaste impresa
en mi memoria, mermando
mi capacidad de amar,
pensar, actuar... .

No lloro por tu muerte,
siendo nuestro destino,
canto a la desolación
del que subsiste
sin ti.

Fuiste: sol
candoroso,
ninfa inspiradora,
viento propulsor
de mi navaegar,
flama calentadora
de las velas mías.

Al ensombrecerte
tras la noche eterna,
ell frío me heló
los sentidos,
curtiéndome el ser.

La soledad, el desamor,
convirtiéronse en sombra
viajera de mi navegar,
embraveciendo el océano,
dificultándome la conquista
de lo desconodido.

NEVADA EN DÍLAR

Cae la nieve
suavemente
por los campos
y montañas de Dílar.

El viento
sopla con
fuerza.
Expandiendo
los copos de
nieve con fuerza.

Que deleite,
toda la sierra
blanqueada:
el Veleta,
el Cerro El
Caballo,
el Trevenque,
Los Alayos, etc... .

Los arboles,
el campo,
lostejados
blanquecinos,
delirio entre
los delirios.

LIBERTAD

Un caballo blanco y una yegua negra, trotan libres por campos y montañas, blandiendo sus crines al viento.
Divisan una manada de caballos, yeguas, potrillos y potrillas. Pastando en el verde prado. Relinchan como saludo al caballo blanco y la yegua negra. Les dejan pastar con ellos/as.
Todo parece idílico, hasta que se oyen los cascos de caballos y yeguas al galope, hacia ellos/as, con personas sobre sus lomos, blandiendo cuerdas con lazos, que van aprisionando el cuello de caballos y yeguas.
Contra su voluntad, son encerrados en cercas de madera amontonados/as. El caballo blanco y la yegua negra, también son conducidos a la cerca con los demás caballos y yeguas. Comienzan a cocear la cerca, hasta conseguir derribarla. Saliendo en estampida. Recobrando la libertad.

viernes, 19 de diciembre de 2008

MUJER Y LUNA




El poeta en la noche,
crujiendo el invierno.
Una silueta de mujer
se contonea en el
generalife, retando
las estrellas,
flicteando con la luna.

Deleitábase
el poeta contemplando
sus encantos, frescura,
amor que desbordaban.

Permitiéndole tocar
sus cuerpos,
prohibiéndole
irrumpir su
enamoradizo galanteo.

EL TREN DE LA VIDA

Había un tren que circulaba por tierra, mar y aire. Era el tren de la vida, en el que nos subimos, apenas es depositado el semen en los ovarios y fecunda. Desde ese momento hemos de luchar por vivir, en el útero materno, y al ser paridos/as. Luchamos por respirar, gemir, llorar, reir, por estar vivos/as y subirnos al tren de la vida.
Sin apearnos del tren de la vida aunque nos mareemos o estemos mal. Siempre viajaremos en él. Por muy mal que nos encontremos. Siempre viajaremos en él. Por muy mal que nos encontremos. Siempre tendremos una razón de seguir en el tren de la vida y no apearnos de él.
Aceptemos la ayuda de los/as demás viajeros/as. No los rechacemos por orgullo. Es necesario aferrarse al tren de la vida y viajar por plácidos mares, frondosas praderas y cielos calmados. Y por mares turbulentos, praderas acianagas y cielos en tempestad.
No nos dejemos abatir por las contrariedades del viaje, y sigamos siempre, con optimismo y tenacidad.
No te apees del tren de la vida.

EL BARCO DE LA ILUSIÓN

EL barco
de la ilusión
parte todos
los días
del puerto
de la esperanza.


Situado
entre la desilusión,
la desesperación
y la depresión.

El barco
de la ilusión
parte de ti
mismo, hacia
el: ánimo,
la superación,
la alegría
y el coraje
de vivir.

Subete a él,
no lo dudes
un instante.
No te quedes
en tierra
abatido/a.

Navega minuto
a minuto
en el barco
de la ilusión
y la esperanza,
no te dejes
abatir por la:
desesperación,
la apatia
y el pesimismo.

Disfruta
del viaje
a la vida
plena.

Subete al
barco de la ilusión
y esperanza.

lunes, 15 de diciembre de 2008

ELOISA LA LIBRE

Navegando a contracorriente del sistema. Aunque es rechazada por la mayoria de la gente. Eloisa se siente querida por quienes la conocen y comprendida por quienes como ella, navegan río arriba o a contra ola.
Ella como mucha gente, crée que se debe respetar el medio ambiente y los animales que viven en libertad. Pero mucha de la gente que dice respetarlo, son cazadores o contaminan el ambiente.
Pero a ella no le amilana, si no que la hace más fuerte.
Tampoco crée en un Dios, para ella imaginario, sin importarle la poca gente que piensa así, aunque ya va siendo bastante gente atea o agnóstica.
Crée en el bin-ban y en la evolución de la especie según Darwin.
Crée en la total libertad de las personnas y la de sexos, siendo practicante.
No por todo ello se siente un bicho raro en esta sociedad. Ella convive con gente que piensa como ella y es feliz en su mundo.

NAVEGANDO POR RÍA FORMOSA

El mar sereno,
el viento en calma,
el cielo nublado.
Navegando en barca
por la Ría Formosa,
acompañado por conocidos/as
de SAPAME, En armonía
e idilico navegar
circundante por la ría.

Las gráciles
gaviotas, revoloteando
a nuestro alrededor
en un majestuoso
alarde de vuelo.

Todo un recuerdo
para la eternidad.

viernes, 12 de diciembre de 2008

ME BAÑÉ CON LA LUNA


Sin darse cuenta
el poeta,
cayendo el sol,
crepúsculo llegando,
llegó a río seco.
Lago emboscado
por montículos,
en las cercanías
del Mulhacén.

Entrando en un
trance libertino,
místico, alucinando
con el panorama.

Desprendiéndose
de toda moralidad
y vestimenta, qfueda
desnudo ante el lago,
sin misterios ni tapujos,
sincerándose con el viento.

El asombro le invade,
viéndose bañar con
el reflejo lunar,
sensación sin par.

Delirando, exclama,
¡me bañé!, ¡me bañé!
con la luna,
orgasmo lírico,
hecho realidad.

Cayéndole las
lágrimas por las
mejillas, tras la
emoción y acordándose
de Granada y sus gentes.

ANCIANIDAD IDEAL

En un país cualquiera, una anciana de ochenta y tres años y un anciano de ochenta y cinco. Vivían en una casita en el campo a unos 100 minutos a pie, por una vereda estrecha, angosta, pedregosa e empinada y pendiente. Del pueblo más próximo.
Rodeados de abruptas montañas, un río que desciende por ellas, variada vegetación, árboles diversos, así como ganado diverso de cabras, ovejas y marranos, estos últimos alimentados con las bellotas caídas de los árboles. Aparte tenían un corral, con gallinas ponedoras, dos gallos, polluelos, patos, pavos comunes y una pareja de pavos reales.
El anciano y la anciana, mantenían los ganados y animales, gracias a sus nietos/as que les ayudaban por módicas cantidades de dinero, que les servía para sus gastos, entre tanto encontraban trabajo.
Una noche solos los ancianos con los animales, escucharon el balar de las ovejas y cabras, y el gruñir de los marranos, así como el ladrido de los perros pastores. Se asustaron, el anciano sin poder casi, cogió su escopeta, la cargo y ayudado por la anciana, que le alumbraba con una linterna, salieron fuera de la casa. Oyeron el aullar de unos lobos que huyeron al escuchar los estruendosos pun de la escopeta. El anciano había disparado al aire repetidas veces.
Tuvieron suerte, gracias a los perros y a ellos mismos, los lobos huyeron.
Se dieron cuenta que estaban ya mayores para proteger a los animales. Y decidieron proponer a un nieto que quería ser pastor, que viviera con ellos y se hiciera cargo del ganado. Este aceptó y así los ancianos estaban acompañados y no tendrían que deshacerse de los animales, y no tendrían que irse al pueblo. Pues sus hijos/as y nietos/as. Subían a verlos casi a diario y les ayudaban en lo que podían.
Vivieron juntos hasta el fin de sus días, acompañados por sus animales y familiares.

lunes, 1 de diciembre de 2008

SUEÑA

Era una calle vacia y silenciosa. No deambulaba gente por ella, ni se escuchaba el aullido jugueton de los/as niños/as.
Era una calle cualquiera de un pueblo o una ciudad, no sabría decirlo. Como tampoco puedo descifrar porque la preside el vacio y el silencio.
De pronto se escucharon ladridos perrunos y el miar de gatos/as. Paseaban tranquilamente con su sonoro andar y jugueteo entre ellos/as. Se habían hecho dueños/as de la calle. Los/as había de todas las edades, razas y tamaños.
No se entendian, sin embargo caminaban juntos/as. Parecian seres humanos en extraña armonía. Y lo era, una calle granadina, por la que circulaba todos los días de lunes a viernes.
Cómo pude confundir la gente con perros y gatos.
Cómo pude verla vacia.
Era un sueño, despierto y me obserbo tendido en el suelo, poniéndome a cuatro patas y ladrando a la televisión, en la cual salía una perra lanuda blanca preciosa.
Me enamoré de ella, me introduje en el televisor y nos acomodamos en el sófa. Empezamos a acariciarnos dulcemente.
De repente despierto y no hay nadie con migo, ¡no soy un perro!. Sueña que en soñando viajas en la nube soñada. Siendo feliz un instante.

RENACE DE LAS CENIZAS

La mente fluye
libremente, influye
el tiempo, las pesadillas,
alucinaciones. Pandillas
deshechas, familias
clandestinamente desunías,
muertes adllegadas,
desamores de las amadas;
un sin fin de circunstancias
confluyen no ha distancias,
sí en discordante premura.

Es el viento que sopla
profusamente y resopla.
Encendiendo la llama
que impunemente nos quema,
transtornándonos la mente
en un quemazón delirante.

Convirtiéndonos en ceniza,
que con apoyos y templanza
familiares, médicos,
psicoterapeúticos,
sociales. Nos hacen
renacer del vaiben
de nuestros sentimientos,
a veces exentos.

Sé como el Ave
Fkénix, que tal ave,
renace de las cenizas,
una y otra vez. Las perezas
dejalas en la comoda
y aislante cama. Nada
más alienante que
el abandonarla y que
recobres las riendas de tu vida